Bautizada como Golda Malka Aufen, pero más conocida con Mascha
Kaléko se la considera como una de las grandes plumas de la
literatura alemana en 1930. Nació en Polonia, y era hija de Fischel Engel y de
Rozalia Chaja Reisel Aufen. Los embates de la primera Guerra Mundial obligaron
a su familia a viajar al país germano, cuando ella tenía poco más de diez años.
Kaléko nació el 7 junio de 1907, en
la ciudad polaca de Chrzanów y falleció el 21 de enero de 1975, en Zurich,
Suiza. Fue una referente de la nueva
objetividad en la literatura y
durante la Segunda Guerra Mundial debió exiliarse en Estados Unidos.
Mascha Kaléko (1907-1975) fand in den Zwanzigerjahren in
Berlin Anschluss an die intellektuellen Kreise des Romanischen Cafés. Zunächst
veröffentlichte sie Gedichte in Zeitungen, bevor sie 1933 mit dem ›Lyrischen
Stenogrammheft‹ ihren ersten großen Erfolg feiern konnte. 1938 emigrierte sie
in die USA, 1959 siedelte sie von dort nach Israel über. Mascha Kaléko zählt
neben Sarah Kirsch, Hilde Domin, Marie Luise Kaschnitz, Nelly Sachs und Else
Lasker-Schüler zu den bedeutendsten deutschsprachigen Lyrikerinnen des 20.
Jahrhunderts.
Desde
su adolescencia mostró su amor por la escritura, como su gran virtud para
ejercerla, luego de casarse Saul Aaron Kaléko, maestro de lenguaje hebreo. La
poeta conoció a fines de los años 20 a tres de las grandes personalidades
artísticas que le abrirían las puertas a ese mundo: la reconocida escritora
Else Lasker-Schüler, el renombrado escritor Erich Kästner y el talentoso pintor
y autor Joachim Ringelnatz.
Tocando temas como la justicia social y el
exilio, la artista publicó en 1933 su primer libro, La
taquigrafía lírica (Das
Lyrische Stenogrammheft). En 1935 llegó su segunda obra, El pequeño libro
de lectura para adultos (Kleines
Lesebuch für Große). Previamente Mascha Kaléko ya
había publicado varios de sus poemas en los diarios de Berlín, y más de uno se
había convertido en canción.
El primer libro de Mascha Kaleko se publicó en Berlin y en 1933, se
titulaba Das Lyrische stenogrammheft (algo así como
'Taquigrafía lírica') y llevaba una cubierta que avisaba bien del tono de los
poemas: tenía algo de libro para niños, imitaba a un cuaderno escolar
de ejercicios al que la propietaria había engalanado con sus dibujitos
encantadores (esa canoa en el que van dos remeros, y lleva el nombre de Mascha en
el costado, ese trenecito con un vagón que va a Roma y otro a Niza, la niñita
con su helado, el gato, el gordo con el puro).
El libro, considerado de inmediato como la más alta cota que hasta ese
instante había alcanzado en verso la Nueva Objetividad (ironía, sátira,
prohibición de ponerse estupendos y lanzar aullidos, tanto de espanto como de
celebración, preferir siempre disfrazar la ingenuidad que esconderse en
abstracciones, renegar de los golpes de pecho), conoció una reedición cuyo
único cambio afectaba al año: en vez de 1933, se leía 1935. La reedición se
hizo coincidir con la publicación del segundo volumen de Kaleko (Kleines
Lesebuch für Grosse). Pero eran malos tiempos para la lírica y ambos
volúmenes fueron perseguidos por los nazis. A Kaleko no le quedó más remedio
que huir de su amado Berlín, lo que no significa que extraviara su patria:
llevaba la patria encima, como dice bien su excepcional traductora al español,
la poeta Inmaculada Moreno (Tres maneras de estar sola, Renacimiento), su
patria fue siempre la lengua alemana (si bien la propia Kaleko en un
poema advierte que “su única patria es el amor”).
a la sombra de un árbol que ayer aún
no estaba
pues aquí crece todo de repente.
Apenas surge un plan, ya se ha
cumplido.
Demasiado vehemente es nuestra
tierra.
Yo no sé bien si tú
podrías adaptarte a este clima,
admito que yo misma con frecuencia lo
temo.
Quema el sol como cólera encendida,
y él madura el grano, tuesta el grano
a su gusto. No puede una fiarse:
hoy representa amor, mañana odio.
A partir de una nada, de una fuente,
nace de pronto un río que veloz
inunda el campo todo entero
y de nuevo decrece en un instante.
Aquello que deseas se cumple sin
demora,
pues los deseos tienen un poder
evidente
-no deseo maldades, menos mal,
se metería una si no en un mar de
sangre-.
Tú miras con deseo a una mujer
y así ya eres un hombre
y tu deseo engrendra un hijo.
Es aquí cada cual igual que el
viento,
que esparce sus semillas sin tiempo a
preguntar
si han echado raíces.
Observas con cariño alguna estrella
y entonces brilla y te obedece
y lleva tu talento a su apogeo.
Te colma hasta tal punto de venturas
que te corta el aliento. ¡Vente ya!
Sé mi invitado. Aunque es difícil
adaptarse, a aquél que lo consigue
le
salta el corazón y se le rompe.
más Poemas de Mascha Kaléko:
Esa pequeña fama
¿Qué se parece tanto a esa pequeña
gloria
como una flor de invernadero?
Si quieres que brote la pobre plantita,
tienes que regarla todos los días.
Y esparcir fertilizante. Y marihuana.
Mira el clima. Y camina en silencio.
Pero si no te importa un comino, nunca
serás
coronado por la A-ka-de-mie.
Das Bißchen Ruhm
Was ähnelt wohl dem bißchen
Ruhme
So sehr wie eine Treibhausblume?
Soll dir das arme Pflänzchen sprießen,
Mußt du es täglich brav begießen.
Und Dünger streun. Und Unkraut jäten.
Aufs Wetter sehn. Und leise treten.
Doch pfeifst du drauf, so wirst du nie
Gekrönt von der A-ka-de-mie.
¿Nostálgico de qué?
Cuando digo "nostalgia", digo
"sueño".
Porque la patria vieja apenas existe.
Cuando digo nostalgia me refiero a
mucho:
lo que nos deprimió durante mucho
tiempo en el exilio.
Ahora somos extraños en nuestra ciudad
natal.
Solo quedaba el "dolor".
El "hogar" se ha ido.
Heimweh, wonach?
Wenn ich „Heimweh“ sage, sag
ich „Traum“.
Denn die alte Heimat gibt es kaum.
Wenn ich Heimweh sage, mein ich viel:
Was uns lange drückte im Exil.
Fremde sind wir nun im Heimatort.
Nur das „Weh“, es blieb.
Das „Heim“ ist fort.
Ahuyenta los miedos
y el miedo a los miedos.
Durante unos años
todo será suficiente.
El pan en la caja
y el traje en el armario.
No digas mio
Todo te está prestado.
Viva un tiempo y vea
lo poco que necesita.
Prepárate.
Y
ten la maleta lista.
Lo que dicen es verdad: lo
que debe llegar, llega.
No
vayas hacia el sufrimiento. Y
está ahí,
míralo
a la cara en silencio. Es
fugaz como la felicidad.
No
esperes nada. Y
guarde su secreto con cuidado.
Incluso
el hermano revela, se
trata de ti o de él.
Toma
tu propia sombra Al
compañero.
Bueno,
barre tu habitación. E
intercambiar el saludo con el vecino.
Arregle
alegremente la cerca y
también la campana de la puerta. Mientras tanto, mantén la herida en ti despierta bajo el techo.
Rompe
tus planes. Sé inteligente y
apégate a los milagros.
Se
han registrado durante
mucho tiempo en el gran plan.
Ahuyenta
los miedos y el
miedo a los miedos.
Rezept
Jage die Ängste fort
Und die Angst vor den Ängsten.
Für die paar Jahre
Wird wohl alles noch reichen.
Das Brot im Kasten
Und der Anzug im Schrank.
Sage nicht mein.
Es ist dir alles geliehen.
Lebe auf Zeit und sieh,
Wie wenig du brauchst.
Richte dich ein.
Und halte den Koffer bereit.
Es ist wahr, was sie sagen:
Was kommen muß, kommt.
Geh dem Leid nicht entgegen.
Und ist es da,
Sieh ihm still ins Gesicht.
Es ist vergänglich wie Glück.
Erwarte nichts.
Und hüte besorgt dein Geheimnis.
Auch der Bruder verrät,
Geht es um dich oder ihn.
Den eignen Schatten nimm
Zum Weggefährten.
Feg deine Stube wohl.
Und tausche den Gruß mit dem Nachbarn.
Flicke heiter den Zaun
Und auch die Glocke am Tor.
Die Wunde in dir halte wach
Unter dem Dach im Einstweilen.
Zerreiß deine Pläne. Sei klug
Und halte dich an Wunder.
Sie sind lang schon verzeichnet
Im grossen Plan.
Jage die Ängste fort
Und die Angst vor den Ängsten.
Berlín, en marzo. El primer viaje a
Alemania,
desde que fui desterrado hace mil años.
Veo la ciudad de una manera nueva,
con la guía en la mano.
El cielo es azul. Los pinos escuchan
suavemente.
En Steglitz, un carbonero me habló ayer
en el
parque del castillo. Ella me reconoció.
¡Y de nuevo me despiertan los gorriones
de Berlín!
Me encanta este tono alegre y blandito.
Los escucho arañando mi ventana por la
mañana,
Am Ku-Damm en la pensión de la casa de
verano,
vengo feliz, según la vieja tradición,
como entonces,
charlando sobre mi carga de trabajo
diaria con dichos gorriones .
Ya es pascua. El tilo es verde.
¿Cómo olía hoy a primavera en
Grunewald?
El primer pájaro carpintero golpea la
corteza de abedul.
Ahora el viento del este silba desde el
último hoyo.
Y todo pregunta ¿cómo encuentro Berlín?
- ¿Cómo lo encuentro? ¡Oh, todavía lo
estoy buscando!
Busco entre las ruinas de la
humanidad y la arquitectura de estuco.
Berlinert uno: "¡Te digo
hola!",
Casi creo que estoy tras la pista de
aquel entonces.
Pero esta nueva dureza en el rostro ...
Berlín, ¿dónde estás? ¿Dónde estás?
En mi corazón camino por las calles,
donde a menudo no hay nada más que un
letrero.
En mí, el forastero, vive la vieja
imagen de
La ciudad que tantos miles han
olvidado.
Camino como en un sueño
A través de este paisaje tiempo y
espacio.
Y no sé cómo siento
nostalgia por los temps perdus ...
Berlín en primavera. Y Berlín en la
nieve.
Mi primer libro de versos en las
librerías.
Los amigos del Romanisches Café.
¡Cuánto veo que ya no veo!
¡Cuán fuerte me hablan las piedras de
Pompeya!
Ambos nos tragamos nuestra medicina,
Pompeya sin pompa. ¡Bonjour, Berlín!
Wiedersehen mit Berlin
Berlin, im März. Die erste
Deutschlandreise,
Seit man vor tausend Jahren mich verbannt.
Ich seh die Stadt auf eine neue Weise,
So mit dem Fremdenführer in der Hand.
Der Himmel blaut. Die Föhren lauschen leise.
In Steglitz sprach mich gestern eine Meise
Im Schloßpark an. Die hatte mich erkannt.
Und wieder wecken mich Berliner Spatzen!
Ich liebe diesen märkisch-kessen Ton.
Hör ich sie morgens an mein Fenster kratzen,
Am Ku-Damm in der Gartenhauspension,
Komm ich beglückt, nach alter Tradition,
Ganz so wie damals mit besagten Spatzen
Mein Tagespensum durchzuschwatzen.
Es ostert schon. Grün treibt die Zimmerlinde.
Wies heut im Grunewald nach Frühjahr roch!
Ein erster Specht beklopft die Birkenrinde.
Nun pfeift der Ostwind aus dem letzten Loch.
Und alles fragt, wie ich Berlin denn finde?
– Wie ich es finde? Ach, ich such es noch!
Ich such es heftig unter den Ruinen
Der Menschheit und der Stuckarchitektur.
Berlinert einer: „Ick bejrüße Ihnen!“,
Glaub ich mich fast dem Damals auf der Spur.
Doch diese neue Härte in den Mienen …
Berlin, wo bliebst du? Ja, wo bliebst du nur?
Auf meinem Herzen geh ich durch die Straßen,
Wo oft nichts steht als nur ein Straßenschild.
In mir, dem Fremdling, lebt das alte Bild
Der Stadt, die so viel Tausende vergaßen.
Ich wandle wie durch einen Traum
Durch dieser Landschaft Zeit und Raum.
Und mir wird so ich-weiß-nicht-wie
Vor Heimweh nach den Temps perdus …
Berlin im Frühling. Und Berlin im Schnee.
Mein erster Versband in den Bücherläden.
Die Freunde vom Romanischen Café.
Wie vieles seh ich, das ich nicht mehr seh!
Wie laut „Pompejis“ Steine zu mir reden!
Wir schluckten beide unsre Medizin,
Pompeji ohne Pomp. Bonjour, Berlin!
-o-o-
Seiltänzerin ohne Netz
Mein Leben war ein
Auf-dem-Seile-Schweben.
Doch war es um zwei Pfähle fest gespannt.
Nun aber ist das starke Seil gerissen:
Und meine Brücke ragt ins Niemandsland.
Und dennoch tanz ich und will gar nichts wissen,
Teils aus Gewohnheit, teils aus stolzem Zorn.
Die Menge starrt gebannt und hingerissen.
Doch gnade Gott mir, blicke ich nach vorn.
Der kleine Unterschied
Es sprach zum Mister Goodwill
ein deutscher Emigrant:
„Gewiß, es bleibt dasselbe,
sag ich nun land statt Land,
sag ich für Heimat homeland
und poem für Gedicht.
Gewiss, ich bin sehr happy:
Doch glücklich bin ich nicht.“
Keiner wartet
Alle müssen sie heim. Nur ich
muß nicht müssen.
Keiner wartet, daß ich ihm das Essen richte.
Keiner sagt, komm, setz dich her. Wie bist du müde!
Schneidet mir keiner das Brot.
Keiner weiß, wie ich war mit achtzehn, damals.
Keiner stellt mir den ersten Flieder hin,
Holt mich vom Zug mit dem Schirm.
Ist keiner, dem ich beim Lampenlicht lese,
Was der Chinese vom Witwentum sagt:
„Die Gott liebhat, nimmt er zu sich,
Ehe er ihr den Geliebten nimmt.“
(fuente https://www.maschakaleko.com/keiner-wartet
)
posteado por kalais 23.5.2021 - ch
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